sábado, 9 de noviembre de 2013

Asahina X Isaka

El tiempo sólo es un pretexto

-Estoy cansado… -exclamó el actual líder de Marukawa Shoten

-Entonces duerme -le respondió, sin despegar la vista del ordenador, su fiel secretario

-Pero no quiero dormir…

-Entonces solo tómate un descanso

-Asahina, tengo hambre…

-Entonces come

-Pero no quiero comer…

-Eres igual a un niño pequeño Ryuichiro. Si no sabes lo que quieres ¿Por qué lo pides entonces?

-Porque lo único que en verdad quiero se la pasa diciéndome lo que tengo y puedo hacer.

Asahina Kaoru se quedó pasmado un momento ante tal aclaración, era cierto que el lo único que hacía era hacer de asistente (y casi de niñero) de Ryuichiro Isaka, y a pesar de vivir juntos no dejaban de lado su labor, a veces la rutina los dominaba y dejaban de lado lo que de verdad les importaba que era brindarse el amor que algún día se habían declarado, la edad les aturdía, cada día sentían que era más difícil levantarse de la cama y más fácil caer en ella.

Pasaban casi todo el día juntos pero a pesar de eso solo se dedicaban a trabajar y durante esa dura semana no habían pasado más que de besos de encuentro, uno al iniciar el día y otro al terminarlo…y sólo eso, la energía les faltaba para continuar con lo que ambos deseaban.

-Ryuchiro, ¿Qué quieres decir con eso?

-¡Asahina, Asahina Asahina! Eres un perfecto secretario y ¿no puedes entender una simple frase? Te la pasas diciéndome lo que no puedo hacer y lo que tengo que hacer, a veces siento que…

-No me refiero a eso- dijo con un tono de voz grave y a la vez directa cosa que de inmediato surtió efecto en el castaño que lo miró con un leve sonrojo en su cara, no importaba cuanto tiempo pasara el seguía reaccionando de la misma manera que tan divertida le parecía a su secretario- Me refiero a la parte de “lo único que en verdad quiero”

-Bu…bueno es…eso quiere decir que…- pero no pudo terminar lo que tenía por explicar (aunque en realidad no tenía idea de que responderle) pues sintió los fuertes brazos de su amante alrededor de su cintura en una especie de jalón que terminaron por levantarlo de donde estaba recostado -Asahi…- fue lo único que atinó a decir al sentir la lengua de su compañero invadir su boca con ansiedad, como si estuviese buscando algo que se había quedado enterrado dentro.

La habitación estaba completamente sola, al parecer todos en Marukawa ya se habían ido, todos los departamentos estaban vacíos inclusive el de manga shojo que era el que casi todos los días se quedaba habitado, casi siempre por el jefe del departamento y un editor de cabello castaño y ojos verdes, pero esa noche no, pareciera como si esa noche se les hubiera entregado total intimidad a esos dos.

-Asa...Asahina...Aquí…aquí no…estamos en la empresa- dijo cuando por fin se separaron a tomar aire

-¿Crees poder soportar hasta que lleguemos a casa?-dijo con el tono de voz que tanto le gustaba oír, y sin previo aviso volvió a tomarlo por la cintura pero esta vez con mayor fuerza apretando su cuerpo y besando primero su boca y luego siguiendo con su cuello, el castaño ya no sabía si reclamar o disfrutar.

Mientras tanto Asahina se ocupaba de quitar la ropa que de repente se había vuelto tan estorbosa entre esos dos amantes; poco a poco ambos quedaron casi desnudos dentro de la oficina de Isaka.

-Asahina…Asahina…-repetía una y otra vez cuando sentía la lengua de su amante recorrer su cuello con la experiencia que dejan los años, por otro lado Asahina no perdía el tiempo y mientras su boca se ocupada de recorrer cada centímetro de piel posible sus manos empezaron a descender lentamente hasta llegar al miembro que reclamaba con ansias atención cosa que hizo estremecer al otro con el simple contacto de sus frías manos.

Asahina tomó el miembro de su compañero apretándolo con fuerza mientras que con su lengua recorría los pezones que también requerían de atención, Isaka solo podía retorcerse por el placer que le era brindado, enredó los dedos en su cabello incitándolo a no detenerse, Asahina poco a poco fue descendiendo del tórax al vientre arrancando gemidos que le parecían bastante deliciosos.

Poco poco llegó a la zona que más deseaba. Cuando llegó a la entrepierna de su amante lo tomó por unos instantes y empezó a lamerlo de forma lenta y continua, luego introdujo dos dedos en su entrada para empezar a prepararlo, sintió como poco a poco se dilataba la pequeña cavidad; así continúo hasta que escuchó:

-¡¡Asahina!! ¡¡Podrías darte prisa y hacerlo de una buena vez!!

-Pensé que nunca lo pedirías

Y entonces empezó, se introdujo despacio en el castaño que lanzó un suspiro muy largo y empezó a temblar, Asahina empezó a moverse despacio y poco a poco aumentó la velocidad, a cada segundo que pasaba sentía que se podía contener menos.

-Ahhh…Ryuchiro …Ryuchiro….

-Asahina…Ahhh…Asahina….

Era todo lo que se escuchaba en la estancia; después de un rato ambos empezaron a sentir que el clímax estaba cerca y sin pensarlo se dejaron llevar, Asahina lo hizo dentro del cuerpo de su amado y este no tardó en hacerlo entre el vientre de ambos. Aún con la respiración agitada se quedaron recostados un rato hasta que regularon los latidos de su corazón; Isaka estaba a punto de dormirse cuando:

-Ryuichiro…Ryichiro no te duermas, debemos arreglar todo e irnos a casa, no querrás que algún editor nos encuentre ¿verdad?

-Tengo…tengo mucho sueño…

-Yo también pero no podemos quedarnos aquí, anda vístete- dicho esto se levantó y empezó a vestirse, lenta y perezosamente, Ryuichiro imitó la acción hasta que todo quedó como si nunca hubiera pasado nada, el único testigo del amor que se habían entregado esos dos eran las 4 silenciosas paredes de la oficina; salieron después de un rato y se dirigieron al estacionamiento, una vez dentro del auto Asahina condujo hasta su casa, cuando llegaron se dio cuenta de que Isaka estaba profundamente dormido así que, a pesar de estar muerto de cansancio lo cargó hasta el apartamento, lo recostó en la cama y lo dejó dormir

-Buenas noches-susurró y casi de inmediato se entregó al sueño de igual forma.

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