viernes, 8 de noviembre de 2013

Raito X Kanato

Esta Historia está genial y espero que haya una segunda parte *____*

.:Cómo decirte que te amo:.

Raito estaba embistiendo cada vez más rápida y profundamente. Las sábanas de la habitación del menor estaban empapadas en sudor y en el semen producido por ambos al realizar ese delicioso acto carnal. Kanato estaba tumbado con las piernas colocadas en los hombros del mayor aferrándose fuertemente a las húmedas sábanas y gimiendo descontroladamente cada vez que el pelirrojo llegaba más adentro de su ser.
El mayor en realidad no sabía muy bien cómo llegaron a ese punto, eran hermanos, y encima de sangre, los dos provenían de la misma madre. Pero aun así, Raito comenzaba a sentir algo por su pequeño oji-lila. Su manera de ser, su adicción por los dulces, el que se comportara de esa manera tan, bipolar? Todo en él era adorable a los ojos de Raito. Lo que ninguno de los dos podía explicar ciertamente era cómo habían terminado teniendo esos encuentros tan salvajes -puesto que no se podían definir de otra manera- Lo único que sabían era que en la fiesta de año nuevo Raito estaba muy borracho y demasiado excitado, y todavía no se sabe como al despertarse se encontró a sí mismo desnudo en la habitación de Kanato con el menor a su lado en las mismas condiciones.
Juraron e hicieron como si nada de eso hubiera pasado. Pero en menos de dos días volvieron a encontrarse en la misma situación. Obviamente ninguno dijo nada al resto de hermanos, ni siquiera lo comentaban entre ellos mismos. Cada vez que se encontraban así era más fuerte que la anterior. Rompían los muelles de la cama -que milagrosamente seguía estable-, a veces tiraban cosas, incluso se caían de la cama y seguían en el frío suelo.
Pero la cosa empezaba a sobrepasar el sexo. Raito se había enamorado del pequeño oji-lila, pero no tenía el valor de declararse. Así que, para no perder por lo menos esos momentos que tenía con el menor, simplemente llegaba y se acostaba con él. Y luego de esos encuentros Raito se convencía a sí mismo de que no podían seguir así e intentaba declararse, pero en cuanto lo intentaba el menor se escapaba. Le rehuía. Aquello le dolía al pelirrojo, no podía explicarlo, pero realmente estaba enamorado. Le había llevado mucho tiempo el aceptar su amor hacia el más pequeño, pero cuando lo asumió Kanato empezó a evitarle. Era doloroso.
Raito estaba recordando todo eso mientras comenzaba a embestir con más y más fuerza, provocando que el menor gimiera todavía más fuerte. Estaba ensimismado en sus pensamientos, cuando se fijó en que el menor que estaba bajo él había extendido sus bracitos, señal de que estaba llegando al orgasmo. No faltaba mucho.
El pelirrojo se agachó para que los brazos de Kanato se abrazaran a su cuello, mientras que al mismo tiempo el menor enredaba sus dedos en el cabello del oji-esmeralda. Siempre pasaba lo mismo cada vez que se acostaban, cuando Kanato estaba en su límite, levantaba los brazos para abrazar a su hermano antes de correrse entre ambos. Y esta vez no fue diferente, el oji-lila ahogó unos gemidos en el oído del mayor antes de correrse entre sus vientres. Inmediatamente después Raito notó como las paredes anales del menor se contraían aprisionando su miembro obligándole a correrse dentro del menor, el cual soltó un largo gemido al notar aquel líquido caliente recorrer sus entrañas. Raito salió con cuidado del interior de Kanato, y este se dejó caer en su pecho, reclamando enseguida su osito. Raito se estiró un poco para coger a Teddy, el inseparable oso de peluche de Kanato, y bufó molesto. Era ridículo. ¡Tenía celos de un puto oso de peluche! Siempre estaba abrazado al pecho del pequeño, y eso realmente le molestaba.
El oji-esmeralda observó enternecido como el menor se acomodaba en su pecho y se dejaba abrazar por los brazos de Morfeo, cayendo en un cálido y profundo sueño.

- Juro que esta vez será diferente -susurró el pelirrojo una vez Kanato se hubo dormido del todo. Raito dijo estas palabras con la esperanza de que todo cambiara por fin, de que por fin se armara de valor para declararse a ese pequeño que le volvia loco.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-


- Shuu...¿puedes pasarme otro bollito de chocolate? -pidió amablemente Kanato al mayor de los hermanos Sakamaki. Este simplemente le miró aburrido.

- Puedes cogerlo tu mismo -replicó simplemente el mayor con toda la flojera del mundo. Kanato frunció el ceño. No le gustaba para nada que no le hicieran caso y pasaran de él.

- No alcanzo y se están acabando. Pásame uno por favor-pidió de nuevo Kanato levantando un poco la voz. No quería montar una escena, no debía montar una escena. Shuu levantó la vista y clavó sus ojos azules en los de Kanato, no dijo nada, simplemente se levantó dispuesto a irse. El menor se dio cuenta de eso, frunció un poco más el ceño y dio un pequeño gruñido, casi imperceptible e inmediatamente miró a Reiji en busca de ayuda- Reiji-kun

- Me parece que ya has tomado demasiado azúcar por hoy
-contestó el de lentes ajustándose las gafas para que no se le cayeran. Levantó la vista y añadió- Sabes que no te conviene excederte con el azúcar -el pequeño Kanato infló infantilmente sus mofletes en un desesperado intento por controlarse y no montar una escena. Sabía de sobra que si lo hacía después tendría que aguantar la regañina de Reiji, y no tenía ganas de eso. Pero estaba tan cansado, de que no le echaran cuenta, de que no le creyeran, de que lo ignoraran.
Kanato buscó con la mirada alguien que le ayudara, que no le ignorara, pero no había nadie, ni siquiera Yui. Bajó de nuevo la vista a su plato, y para su sorpresa, tenía un deseado bollito de chocolate. Miró a su lado y se encontró de frente con los hermosos ojos de la persona que muchas veces le daba placer. Se encontró cara a cara con Raito, a una distancia bastante corta de su cara.

- Puedes tomar el mío si quieres, a mí no me apetece -ofreció el pelirrojo amablemente y sonrió. Kanato no pudo evitar sonrojarse por la generosa acción de su hermano, y en un estúpido intento porque no se diera cuenta se abrazó a su osito y asintió tímidamente para dar las gracias al pelirrojo.


6 comentarios:

  1. Ahhhhhhh...etto...verás, yo soy la autora del fic (Okami-san creo que ya lo sabes) en primer lugar me siento...halagada de que te haya gustado la historia y no sé si ya viste la segunda parte (que hace ya bastante tiempo que la publiqué) Y...joder es que no sé que decir si no fuera por una amiga en facebook ni me habría enterado de esto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. como se llama el fic???

      Eliminar
    2. A mi también me encantó, espero la segunda parte con ansias, jeje <3

      Eliminar
    3. A mi también me encantó, espero la segunda parte con ansias, jeje <3

      Eliminar
  2. Hola mira me encanto el fanic espero agas otro pero de Shuu y reiji Pls :3

    ResponderEliminar
  3. Hola mira me encanto el fanic espero agas otro pero de Shuu y reiji Pls :3

    ResponderEliminar