jueves, 24 de octubre de 2013

Catiel X Nathaniel


Juegos de Ascensor

-¡Te dije que usáramos las escaleras! ¡Por favor que vives en la segunda planta Castiel!-Para una vez que se me ocurre mentir a mis padres diciéndoles que me voy a una exposición en el museo, cuando en realidad iba a pasar la tarde en casa de Castiel... y nos quedamos encerrados en el dichoso ascensor...
-No seas histérico, nos sacarán en un rato.
-AGGGH-Suspiro conteniendo las ganas de estrangularlo y me siento en la banqueta apoyando mis codos en las piernas y escodiendo mi rostro entre las manos. No soy un histérico... es sólo que me apetecía de verdad pasar la tarde juntos, nuestra relación es prácticamente secreta y encontrar momentos que podamos compartir a solas se hace difícil la mayoría de las veces... y en vez de en la cama con él, estoy en el maldito elevador de la era de mi abuela.
-Oye...-Castiel se pone de cuclillas en frente mía con sus manos en mis rodillas-No lo he hecho adrede, no sabía que este trasto iba a pararse.
-¿Seguro? te veo perfectamente capaz de usar tu magia de pervertido para estropear el ascensor y violarme aquí mismo-Castiel se rie agusto de mi pésima broma
-Sabes que en la cama se me da mejor usar mi magia de pervertido...-se me escapa media sonrisa
-Tonto...-Separa despacio mis piernas y desliza sus manos por ellas presionando sus pulgares contra la linea interior de ambos muslos haciendo que se me corte la respiración. Se detiene justo en la ingle y se inclina para besarme.-Cas...Castiel... podrían vernos
-Nah... tardaran una hora
-¿Y por qué yo no recuerdo que dijeran eso?-Arruga la nariz con un gesto gracioso y vuelve a juntar sus labios con los mios. Empieza a mover sus pulgares de arriba abajo por mi ingle, tratando de no rozar mi entrepierna, aún así no puedo evitar excitarme. Paso mis brazos alrededor de su cuello y lo atraigo un poco más a mí intensificando el beso. Castiel abandona mi boca para mordisquear mi cuello al tiempo que desabrocha el botón de mi pantalón, de repente la puerta del ascensor se abre
-¡LISTO! Sentimos lo ocurrido! ¿Todo bien?-Castiel se incorpora de golpe y se gira para hablar con el hombre de mantenimiento.
-¡Si, si gracias! ¡wuoo qué rápidos y qué eficazes!
Yo quiero morirme ahí mismo escondido detrás de mi pelirrojo y con el corazón latiéndome a mil por hora. Con la cabeza agachada inspiro y salgo trotando de allí empujando sin querer al inoportuno rescatador, ya casi en la puerta del piso de Castiel lo escucho disculparse con el tipo, diciendo que su amigo se estresa en lugares pequeños y cerrados... Por fin se acerca y abre la puerta. Entro rápidamente esquivando a Demonio y me voy corriendo al baño necesito enjuagarme la cara. ¿Nathaniel en qué narices estabas pensando? ¿El ascensor? ¿En serio?
-Oye... ¿estás bien?
-¡¿Y si nos ha visto?!-grito un poco de más sin querer...
-Pues se irá contento a casa-¿Siempre se lo toma todo a broma?
-¡Castiel!
-¿Qué?, vamos Nath, lo único que ha visto es mi maravillosa espalda.-Coge mis manos para acercarme a él y me abraza, de algún modo consigue calmarme...-¿Continuamos en mi habitación?-mi corazón vuelve a desbocarse ante el susurro de Castiel
-¡No!... estoy... enfadado contigo...
-Oh venga ya... y pretendes matarme de abstinencia... ¿cuando tú...-Con su rodilla presiona suavemente mi etrepierna haciendo reaccionar a mi cuerpo casi de inmediato.- estás así?- ¿Cómo lo hacía? ¿Cómo conseguía hacerme arder de ese modo solo con su presencia? Deja sus manos en mi cintura y me mira con ojos de cachorrito... Por favor... ¡lo odio! siempre consigue lo que quiere... Entierro mis manos en su largo pelo y lo beso saboreando cada rincón de su dulce boca. Castiel se las ingenia para llevarme hasta su habitación sin necesidad de despegar nuestros cuerpos ni nuestras bocas.Cierra la puerta rápido con el pie para que su perro no pueda entrar a interrumpirnos y se quita la chaqueta y la camisa antes de volver a rodearme con sus fuertes brazos adueñándose nuevamente de mis enrojecidos labios. Baja una mano hasta el cuello de mi camisa y la desabrocha lentamente rozando mi piel mientras desciende. Cuando se hace con el último botón sube la mano deslizándola desde mi abdomen hasta la clavícula, donde se pelea unos segundos con la corbata antes de poder desatarla.
-Espera...dame tus manos-Obedece como un iluso sin saber lo que pretendo... ato sus muñecas con la cobarta y le doy un pequeño empujón para que caiga sobre la cama de espaldas, él me mira divertido
-¿Qué pretendes delegado?-No le respondo con palabras, me contoneo levemente y termino de quitarme la ropa... toda la ropa... Castiel aprieta la mandíbula y respira hondo, con las manos aún atadas me hace un gesto rogando que me acerque. Me acomodo a su lado pasándo una pierna encima de la suya, me apresa entre sus brazos y me pega todo lo que puede a él besándome apasionadamente. Con sus manos que se mueven torpemente por mi espalda, por culpa de la corbata, traza unas provocadoras caricias recorriendo mi columna al mismo tiempo que un sinfin de escalofrios. Llevado por la lujuria me rozo ligeramente contra el cuero, dándome cuenta que Castiel todavía lleva puestos los pantalones... eso... había que remediarlo. Me escurro por debajo de sus brazos y los coloca sobre su cabeza a modo de rendición. La sensación de llevar yo la delantera, me estaba gustando... demasiado... Le quito los zapatos y luego hago lo mismo con sus pantalones y su ropa interior, dejando así, al descubierto, la clara evidencia de su deseo por mi...

Separo sus piernas para observarlo bien antes de tumbarme sobre él haciendo que nuestras dos erectas evidencias se rozen. Castiel sisea completamente ardiendo y como puede estira de mi, para poder asaltar mi boca con su habrienta lengua que no deja de moverse frenéticamente dejándome sin aliento. Deslizo una de mis manos hacia abajo, entre nuestros cuerpos para poder acariciarnos al mismo tiempo, rozando uno contra el otro  con un movimiento rítmico y constante. No puedo evitar arquear levemente mi espalda y estremecerme ante el placer. Apoyo mi rostro contra el pecho de Castiel sin cesar el meneo de mi mano, siento sus acelerados látidos y su respiración entrecortada que deja escapar unos gemidos que me ponen todavía más caliente.
-Nath...desatame...-habla jadeando, con los ojos entreabiertos y las mejillas coloradas.
-No...-Acelero un poco mi mano y me veo obigado a soltarme y seguir sólo con Castiel... necesito mantenerme bajo control... al menos un poco... Él se estremece bajo mi cuerpo y empiezo a notar lo sudorosos que estamos.
-Desatame... necesito tocarte...
Practicamente lo está rogando, pero no cedo... me aparto un poco y me coloco a horcajadas sobre él, dejando su durez rozando contra la parte baja de mi espalda. Castiel no se lo piensa dos veces y aún maniatado, alcanza mi humedecido miembro y empieza a acariciarlo lentamente de arriba abajo... no tengo más remedio que dejar escapar mis gemidos, sintiendo el maravilloso tacto de sus dedos sobre mi.
-Vamos Nath... desatame... lo estás deseando...
Me mira fijamente con sus profundos ojos mientras se muerde el labio inferior, le sonrío entre jadeos y mi mano se aventura de nuevo hacia su erección, haciendo que se roze contra mi nalga. Sigo recorriendo su miembro hasta llegar a sus testículos que acaricio con cuidado durante unos segundos, haciendo que a Castiel se le escape una especie de ronroneo.
-¿Qué intentas?-Le lanzo una mirada hambrienta antes de seguir bajando mis dedos que encuentran lo que andaban buscando... el pelirrojo detiene un momento sus caricias, que hasta ahora habían sido constantes, al sentir el roce de mis dedos acariciándolo por primera vez en aquel lugar-¿Estas seguro?-Me mira sorprendido y no entiendo su pregunta...
-¿Qué quieres decir?-Sonrie soltando un poco de aire
-¿Estás seguro que no quieres qué TE lo haga yo?-...vale esa pregunta sí la entiendo... Castiel era siempre el que me tomaba y yo simplemente me dejaba llevar por él, completamente extasiado, pero hoy de algún modo...
-Me gustaria... yo...-Maldición mis pensamientos parecen más ordenados que mis palabras...
-Nathaniel... puedes intentarlo pero, hoy va a ser imposible... no vas a poder met...-Me abalanzo sobre él y cubro sus labios con los mios antes de que termine la frase... no necesito que me lo diga eso ya lo sé... aún recuerdo la primera vez que lo intentó conmigo... aunque tras unas pocas veces... aquello quedó prácticamente olvidado por el placer... Castiel se aparta unos segundos de mi boca y empieza a tratar de desanudar la corbata con sus dientes, me quedo tan asombrado que cuando quiero reaccionar él ya ha conseguido desatarse.-Ven aquí gatito...-¿A quién quiero engañar? no sólo tiene más fuerza que yo sino que sabe muy bien que cuando me susurra gatito con su voz ronca me quedo aún más débil, si cabe, ante él...
Se incorpora y apoya su espalda en el cabezal de la cama, me atrae con sus manos cogiendo mis brazos y quedo nuevamente sobre él. Sonríe complacido y comienza a mordisquear y lamer mi cuello, mientras con una mano vuelve a acariciar mi erección.. Apoyo mi frente en su hombro, mis manos en su torso y simplemente le dejo hacer... con la mano que tiene libre acaricia mi mejilla obligándome a levantar mi rostro y mirarle. Roza con sus dedos mis labios y los abre poco a poco. Sé perfectamente lo que quiere... empiezo a relamerlos y chuparlos, uno por uno, lentamente... empapándolos bien. Castiel los aparta despacio de mi boca, acerca su cara y me da un pequeño mordisco en la barbilla y con la legua asciende hasta poder besarme. Desliza la recién relamida mano por mi trasero haciendo que separe un poco más piernas y sin pedir permiso... tampoco es que necesite hacerlo... uno de sus dedos se aventura dentro de mi. Arqueo la espalda por reflejo y respiro hondo. Sin duda sabe dónde y cómo tocar... tras unos segundos paseando por un gozoso y maravilloso limbo ya no es uno, sino dos de sus largos dedos los que me acarician de esa manera tan íntima, dos que pasan a ser tres tras otros pocos segundos más... Entierro mi rostro en su cuello y me abrazo a él tembloroso, con sus dos manos trabajando a la vez cada una por su lado... es imposible que aguante mucho más antes de estallar por el placer... espera...¿por qué se detiene?
-Nathaniel... ven.
¿Uh? coloca sus manos en mis piernas instándome a cambiar ligeramente mi posición, me cuelgo de su cuello pegando mi mejilla a la suya y obedezco encantado. Asciende con sus manos por mis piernas y se agarra a mi trasero, me acerca deseoso a él jugando un poco conmigo antes de embestir y hundirse completamente en mi. Dejo escapar un grito ante aquella sensación que creía olvidada... y eso que sólo habían pasado unas dos semanas desde la última vez... pero con Castiel uno nunca se cansaba... había algo en él que te hacía rogar por más. Sujeto su bello rostro entre mis manos y le beso como mejor sé... intento acompañarle moviéndo yo también mis caderas pero es imposible imitar su ardiente compás, que sigue y sigue y sigue hasta que ya no puedo aguantarlo más, le abrazo tembloroso antes de alcanzar el clímax pronunciando su nombre, en pocos segundos él se une a mi y me devuelve el abrazo. Nos quedamos un momento así, entrelazados, sudorosos, satisfechos... y por supuesto... pegajosos...
-Ahhhh-Castiel suelta aire levantando la voz poco a poco-Vamos a tener que quedarnos encerrados en ese ascensor más a menudo, hoy estas más apetecible de lo habitual-Parpadeo perplejo unas cuantas veces
-¿Perdón?-Él empieza a reirse a carcajadas... por supuesto me estaba tomando el pelo y yo tardaba en pillarlo...
-Venga, vamos a la ducha a por la segunda ronda
-¿Cómo qué segunda?-Castiel se acerca a mi oido e imita un ronroneo
-¿No pensarás qué he tenido suficiente? Necesito más de ti... mucho más, esto era solo el aperitivo-como para corroborar sus palabras me da un ligero mordisco en la nariz-Vamos delegado, prometo que te dejaré intentarlo a ti...
Me emociono al escucharle decir eso, lo que había empezado con un simple beso en el ascensor iba a continuar con unos pequeños experimentos eróticos usando el perfecto cuerpo de Castiel... de algún modo mi lado oscuro quería empezar a despertar... Espero que esa ducha no tenga ni oídos... ni ojos...


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