jueves, 24 de octubre de 2013

Sebastian X Ciel


Bajos Instintos

-Buenas noches joven amo- una vez más Sebastian se retiraba de la habitacion de ese pequeño al que servia sin importar lo que pasara, por aquel obscuro contrato ¿pero era solo eso? ya no era el mismo demonio que solia ser, atado a un ser mortal solo con la esperanza de tomar su alma solo eso queria el alma de su pequeño amo aunque este pareciera frio y sin sentimientos hacia aquel que hacia todo por el ultimamente cuando se le acercaba podia percivir en su amo un dejo de aprecio. Sebastian lo sabia y lo confirmo cuando una dulce vos lo llamo.

-Se..bastian- Ciel tartamudeo un poco- quedate un poco más hasta que me duerma- el mayordomo sonrio acercandose hasta sentarse sobre la cama del pequeño colocando un candelabro en el buro. De pronto los hermosos ojos azules de Ciel se cruzaron con los de su mayordomo que relucian de manera distinta como los ojos de un felino acechando a su presa, trato de esquivarlos al tomar un vaso de agua que se encontraba en el buro y sin saber por que un escalofrio recorrio su pequeño cuerpo al acercarlo a sus labios virtiendo el frio liquido sobre su pecho cubierto con la fina seda de su camisón, inmediatamente Sebastian quito de sus finas manos el vaso para colo carlo lejos en una pequeña mesa a unos pasos de la cama se dirijio rapidamente al armario tomando un nuevo camison de seda con algunos olanes en las mangas y cuello al regraesar donde su amo una imagen mas que encantadora lo dejo helado, Ciel estaba parado sobre la cama apollado en uno de los pilrares mientras la luz de las velas bañaba su esbelta figura haciendo relucir sus tetillas que se transparentaban con la tela mojada hasta su ombligo. Sebastian se acerco para desabotonar la ropa mojada y por su mente paso el utilizar de nuevo sus habilidades como demonio para mas tarde hacerle olvidar lo que pasara. Ya estaba decidido esa noche seria para el y nadie mas aunque despues su pequeño amo no lo recordara. Paso sus manos por los hombros del niño haciendolo estremecer con sus calidas caricias.


Ciel miro fijamente a Sebastian se sentia como embriagado por la fragancia de su mayordomo que invadia toda la habitacion hasta sus pensamientos ese hombre siempre dispuesto a cumplir sus deseos,tan amable, sonriente y por que no muy bien parecido que lo habia confortado desde la perdida de sus padres y sin saber por que sus brazos se movieron para abrazar a Sebastian.

-Dime que nunca te alejaras de mi, ni me mentiras- sus ojos se humedecieron, Sebastian se sorprendio con lo que acababa de oir al igual que el no podia creer lo que habia hecho pero antes de que pudiera separarse su mayordomo lo tomo entre sus brazos y depocitando un suave beso en sus delgados labios.

-Que haces?- sus ojos miraron a Sebastian quien ahora lo miraban seguros sin soltarlo haciendolo temblar.

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-Solo confie en mi- Era su momento Sebastian ya no podia dudar era hora de demostrar quien era en realidad dejarse llebar por lo que deseaba. Ciel solo asintio con la cabeza.

Sebastian lo acomodo sobre la cama acariciando su rostro algo sonrojado por la cituacion, se quito los guantes para poder sentir mejor la suave piel de su amo y sus labios se colocaron sobre los del mas joven apretando un poco para hacerlo habrir su boca y dejarlo recorrer su interior con su calida lengua mientras tomaba con sus dedos sus tetillas haciendo crecer en el pequeño un calor mas abajo de su estomago, Sebastian dejo su boca para seguir su camino por su cuello dejando un hilo de saliba mientras las mano de su amo rebolvian su cabello y suaves gemidos escapaban de su boca. El mayordomo paso su lengua por todo su pecho hasta su ombligo y se coloco entre sus piernas tirando de la ropa interior del ojiazul que miraba sonrojado al momento en que el mayor dejo al descubierto su ereccion para meterla por completo en su boca.

-Se bas ti an - Ciel gimio al sentirse apricionado por la calida boca se su mayordomo, Sebastian miro de reojo a su amo verlo asi lo tenia extaciado de verdad queria a ese niño que ahora se retorcia por sus caricias.

-Sebastian ya no pu e do haa- El joven se derramo en su boca haciendolo sentir su unico sabor. Sebastian se acerco a sus labios para compartir un nuevo y apacionado beso mientras se quitaba parte del frak negro que lo hacia lucir tan varonil, Ciel miro por primera vez el fuerte pecho de su mayordomo mientras su respiracion se regularizaba.

-Me dejara continuar amo?- se recosto sobre Ciel sintiendo su calida piel

-Es... Esta bien haslo- Dijo Ciel acercando sus labios para besarlo de nuevo Sebastian sonrio para si condujo dos de sus largos dedos hasta la boca de Ciel para llenarlos de su saliva, despues los dirijio a la entrada del pequeño para introducirlos de una vez mientras un grito del menor se hacia precente.

-Haa Sebastian para- el joven se veia incomodo pero poco a poco se fue acostumbrando a la sensacion hasta sentir como su propio cuerpo se movia para seguir el ritmo de sus dedos.

-Creo que esta listo amo- Sebastian delicadamente retiro sus dedos para introducir su propia ereccion sintiendo las unas de su niño en su espalda entrando en el suavemente

-Haslo ya Sebastian- Susurro al oido de su mayordomo

-Como usted ordene Boochan- una pequeña lagrima broto de los hermosos ojos de Ciel mientras mordia su labio inferior. Sebastian comenso a moverse dentro consumiendose en su propio deseo de tener siempre a si a ese niño tan maduro y a la vez tan fragil que necesitaba su proteccion y cuidado. Ambvos disfrutaban de esas sensaciones tan nuevas para el Conde que se maximisaban al sentir la esencia de aquel sexi mayordomo. Pronto todo termino para ambos quedando Ciel dormido poco despues. Sebastian acomodo su ropa y arropo cuidadosamente a su amo a quien le pertenecia por completo y ahora era mutua la entrega.

-Nunca me alejare amo- Sonrio al dar el ultimo vistaso alpequeño y salir de la obscura habitacion con una lugubre sonrisa para despues perderse en la obscuridad del pasillo.


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