Bajos Instintos
-Buenas noches joven amo- una vez más Sebastian se retiraba de la
habitacion de ese pequeño al que servia sin importar lo que pasara,
por aquel obscuro contrato ¿pero era solo eso? ya no era el mismo
demonio que solia ser, atado a un ser mortal solo con la esperanza de
tomar su alma solo eso queria el alma de su pequeño amo aunque este
pareciera frio y sin sentimientos hacia aquel que hacia todo por el
ultimamente cuando se le acercaba podia percivir en su amo un dejo de
aprecio. Sebastian lo sabia y lo confirmo cuando una dulce vos lo
llamo.
-Se..bastian- Ciel
tartamudeo un poco- quedate un poco más hasta que me duerma- el
mayordomo sonrio acercandose hasta sentarse sobre la cama del pequeño
colocando un candelabro en el buro. De pronto los hermosos ojos
azules de Ciel se cruzaron con los de su mayordomo que relucian de
manera distinta como los ojos de un felino acechando a su presa,
trato de esquivarlos al tomar un vaso de agua que se encontraba en el
buro y sin saber por que un escalofrio recorrio su pequeño cuerpo al
acercarlo a sus labios virtiendo el frio liquido sobre su pecho
cubierto con la fina seda de su camisón, inmediatamente Sebastian
quito de sus finas manos el vaso para colo carlo lejos en una pequeña
mesa a unos pasos de la cama se dirijio rapidamente al armario
tomando un nuevo camison de seda con algunos olanes en las mangas y
cuello al regraesar donde su amo una imagen mas que encantadora lo
dejo helado, Ciel estaba parado sobre la cama apollado en uno de los
pilrares mientras la luz de las velas bañaba su esbelta figura
haciendo relucir sus tetillas que se transparentaban con la tela
mojada hasta su ombligo. Sebastian se acerco para desabotonar la ropa
mojada y por su mente paso el utilizar de nuevo sus habilidades como
demonio para mas tarde hacerle olvidar lo que pasara. Ya estaba
decidido esa noche seria para el y nadie mas aunque despues su
pequeño amo no lo recordara. Paso sus manos por los hombros del niño
haciendolo estremecer con sus calidas caricias.
Ciel miro fijamente a
Sebastian se sentia como embriagado por la fragancia de su mayordomo
que invadia toda la habitacion hasta sus pensamientos ese hombre
siempre dispuesto a cumplir sus deseos,tan amable, sonriente y por
que no muy bien parecido que lo habia confortado desde la perdida de
sus padres y sin saber por que sus brazos se movieron para abrazar a
Sebastian.
-Dime que nunca te
alejaras de mi, ni me mentiras- sus ojos se humedecieron, Sebastian
se sorprendio con lo que acababa de oir al igual que el no podia
creer lo que habia hecho pero antes de que pudiera separarse su
mayordomo lo tomo entre sus brazos y depocitando un suave beso en sus
delgados labios.
-Que haces?- sus ojos
miraron a Sebastian quien ahora lo miraban seguros sin soltarlo
haciendolo temblar.
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-Solo confie en mi- Era
su momento Sebastian ya no podia dudar era hora de demostrar quien
era en realidad dejarse llebar por lo que deseaba. Ciel solo asintio
con la cabeza.
Sebastian lo acomodo
sobre la cama acariciando su rostro algo sonrojado por la cituacion,
se quito los guantes para poder sentir mejor la suave piel de su amo
y sus labios se colocaron sobre los del mas joven apretando un poco
para hacerlo habrir su boca y dejarlo recorrer su interior con su
calida lengua mientras tomaba con sus dedos sus tetillas haciendo
crecer en el pequeño un calor mas abajo de su estomago, Sebastian
dejo su boca para seguir su camino por su cuello dejando un hilo de
saliba mientras las mano de su amo rebolvian su cabello y suaves
gemidos escapaban de su boca. El mayordomo paso su lengua por todo su
pecho hasta su ombligo y se coloco entre sus piernas tirando de la
ropa interior del ojiazul que miraba sonrojado al momento en que el
mayor dejo al descubierto su ereccion para meterla por completo en su
boca.
-Se bas ti an - Ciel
gimio al sentirse apricionado por la calida boca se su mayordomo,
Sebastian miro de reojo a su amo verlo asi lo tenia extaciado de
verdad queria a ese niño que ahora se retorcia por sus caricias.
-Sebastian ya no pu e do
haa- El joven se derramo en su boca haciendolo sentir su unico sabor.
Sebastian se acerco a sus labios para compartir un nuevo y apacionado
beso mientras se quitaba parte del frak negro que lo hacia lucir tan
varonil, Ciel miro por primera vez el fuerte pecho de su mayordomo
mientras su respiracion se regularizaba.
-Me dejara continuar
amo?- se recosto sobre Ciel sintiendo su calida piel
-Es... Esta bien haslo-
Dijo Ciel acercando sus labios para besarlo de nuevo Sebastian sonrio
para si condujo dos de sus largos dedos hasta la boca de Ciel para
llenarlos de su saliva, despues los dirijio a la entrada del pequeño
para introducirlos de una vez mientras un grito del menor se hacia
precente.
-Haa Sebastian para- el
joven se veia incomodo pero poco a poco se fue acostumbrando a la
sensacion hasta sentir como su propio cuerpo se movia para seguir el
ritmo de sus dedos.
-Creo que esta listo amo-
Sebastian delicadamente retiro sus dedos para introducir su propia
ereccion sintiendo las unas de su niño en su espalda entrando en el
suavemente
-Haslo ya Sebastian-
Susurro al oido de su mayordomo
-Como usted ordene
Boochan- una pequeña lagrima broto de los hermosos ojos de Ciel
mientras mordia su labio inferior. Sebastian comenso a moverse dentro
consumiendose en su propio deseo de tener siempre a si a ese niño
tan maduro y a la vez tan fragil que necesitaba su proteccion y
cuidado. Ambvos disfrutaban de esas sensaciones tan nuevas para el
Conde que se maximisaban al sentir la esencia de aquel sexi
mayordomo. Pronto todo termino para ambos quedando Ciel dormido poco
despues. Sebastian acomodo su ropa y arropo cuidadosamente a su amo a
quien le pertenecia por completo y ahora era mutua la entrega.
-Nunca me alejare amo-
Sonrio al dar el ultimo vistaso alpequeño y salir de la obscura
habitacion con una lugubre sonrisa para despues perderse en la
obscuridad del pasillo.
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