Día de parque
Sanji estaba preparando las cosas para ir al parque, hoy era el cumpleaños de sus dos hijos gemelos Ryu y Sora; Ryu era igualito que Zoro, su marido, y Sora era igual a él.
-Papi, quiero ir al parque -dijo Ryu desde la puerta vestido con una sudadera amarilla, vaqueros y unas deportivas azul oscuro.
-Vete a despertar a tu padre, Ryu, yo iré a buscar a Sora -Dijo Sanji terminando de preparar unos bocadillos y algunas bebidas para un picnic, y claro está, una tarta de cumpleaños.
El rubio subió a la habitación de sus hijos para buscar a Sora. Le encontró sentado, jugando con sus coches.
-Sora, Cariño, es hora de salir. Guarda los juguetes -Dijo el rubio amablemente.
-Está bien, papi -dijo el niño que llevaba una sudadera de color verde, unos vaqueros y unas deportivas negras. Cuando recogió los juguetes salió junto a su papi a la puerta principal donde ya estaban los otros dos miembros de la familia.
Una vez preparados Sanji Cogió en brazos a Ryu, y Zoro a Sora, se dieron la mano mutuamente y salieron a dar un paseo hasta llegar a un claro donde prepararon las cosas para el picnic.
-Zoro, ¿Porque no vas a jugar con los niños a la pelota mientras yo preparo la comida? -dijo Sanji con una sonrisa.
Los tres hombre que amaba hicieron lo que les dijo por lo que se puso a preparar la comida para llamarles en cuanto lo tuviera todo listo.
Sanji estaba tranquilamente sacando las cosas cuando unos brazos le agarraron fuertemente por la cintura y Zoro apoyó su cabeza en el hombro del rubio.
-¿No deberías estar con los niños? -Preguntó Sanji con una sonrisa y sin dejar lo que estaba haciendo .
-Están jugando en la caja de arena -dijo simplemente Zoro sin dejar de abrazar a su pareja.
-Y creías que podrías aprovechar para estar un momento a solas conmigo, Pervertido -dijo Sanji sin perder la sonrisa de su cara.
Zoro agarró la barbilla del rubio y la giró para poder darle un beso sin tener que cambiar la posición en la que estaban.
Mientras se estaban besando escucharon risas a su lado, y cuando se giraron vieron a sus dos hijos mirándoles con preciosas sonrisas.
-¿Y vosotros que queréis? -Preguntó Zoro.
-Papá y papi se quieren mucho -dijeron los dos niños a la vez- , Además tenemos hambre.
-En eso se parecen a tí; Siempre pensando en comer -dijo Sanji preparando los platos para todos.
Los cuatro se sentaron a comer tranquilos, y tuvieron una tarde tranquila. Para cuando volvían a casa iban de la misma manera que en la que vinieron Zoro llevaba a Sora y Sanji a Ryu; le dieron a los niños unos chupa chups, se cogieron de las manos y volvieron a casa tranquilamente.
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